miércoles, 21 de enero de 2009

Por otro final del Film El diario de Bridget Jones.

El final de la película "Bridget Jones: Al borde de la razón”, me ha dejado un sin sabor y ese siempre disgusto con el tradicional suceso del matrimonio y todos felices comiendo perdices.

me gustaría para el personaje de Bridget Jones en este FILM, una mezcla de atrevimiento e independencia de una mujer del siglo XXI, con la suspicacia de la rebeldía y romanticismo del siglo XIX.

He preferido entonces, que la protagonista , decida enviarle una carta a su querido mark Darcy donde le comenta los deseos que siempre consignó en su Diario. ( Deseos muy distintos a las afirmaciones patéticas que vimos en el FILM: un romance empalagoso, idiotizado en los sentimientos poco cercanos a la vida de una mujer de estos tiempos. )

Querido Marck Darcy :

Deseo poder estar a su lado ( No siempre), hacerlo participe de mis glorias , como de mis tantas desdichas. Caminar una tarde de Enero por la ciudad, reír de algo trivial , de lo que nos hace reír. No tener que crear personajes, perfectos , bellos y exitosos para conquistarlo; ser yo y en ese mismo trazo de mi figura deseo que se conmueva con algunos de mis gestos. Se sienta cómodo de mis halagos. Deseo ser su fetiche, su éxtasis en la madrugada. Besarle el doble que lo han besado sus pocas o muchas amantes. Correr el riesgo de matar los ideales de un sentimiento y estrecharme en un abrazo real, sin apuros. Deseo ser cómplice de un secreto que lo agobia, presenciar sus triunfos y darle mi mano en las derrotas , escucharlo ebrio , verle su llanto , su risa humana, sus furias con el mundo , los temores que lo acorralan, estar como jurado y testigo de una historia sellada por sus movimientos. Deseo darle un regalo un día cualquiera, un beso, gritar su nombre a las afueras de su casa, llevarle una serenata y verle su rostro de sorpresa y agrado. No quiero ser su dependencia ni mucho menos usted la mía, quiero estar desprevenida a su cercanía, saber lo tanto que me reconoce en sus instantes solitarios. Le daría las llaves de mi casa y le mostraría el camino de salida para cuando quiera estar lejos de ella. Quisiera su tranquilidad en los ojos, una noche sin disposiciones establecidas. Quisiera verle su rostro lleno de placer, que mi piel y aroma fueran justos para un arrebato de caricias en cualquier lugar. Quisiera escucharle algunas veces una palabra tonta de cariño y su voz entrecortada al referirse algún suceso sentimental entre los dos. Quisiera que nos arrojáramos en un sentimiento no comprometido y encarcelado el uno del otro. Mis intereses no es ser su minutero o verlo a diario y convertir mi pasión en la rutina de una sosa relación. No quiero perder este candor sentimental por una charla de sofá y una caricia liviana antes de acostarse. quiero verlo de lejos , pero tenerlo algunas veces muy cerca, poder perpetuarnos en nuestros gratos sentimientos.

No seré yo la mujer más vivida, ni gozo de la gracia de mujer de revista , pero soy yo la mujer que desea quererlo sin posesión . Yo no pretendo ser un amuleto , no pretendo nada; tengo claro que este sentimiento es vivo , franco y despojado; un sentimiento que no puede compararse con compromisos o consuelos. Seré yo su acompañante en sus búsquedas, la gracia de un encuentro. Será usted mi más grande admiración, la belleza hecha caricias en mi habitación. Lo que quiero es existir en sus historias. Quiero quererlo siempre que usted quiera que yo lo quiera. quiero que me quiera bajo la sencillez de su existencia. Quiero que me vea tal como soy , sin reparos y en cada cruce de nuestros rostros amarnos como si fuera la última vez, sabiendo que será siempre la primera de muchas y muchas otras tantas historias.